Es el camino hacia la
eternidad de faustos insufribles, al caminar de las máquinas de la frialdad
humana.
No abras las puertas del alma sin estar preparado, solo dejaras entrar una tormenta.
Y si de esa tormenta tristeza desatas,
Ni el sol arriba de ti querrá brillar,
Solo asustaras a lo que la naturaleza te regalo,
Ya perdiste tu sonrisa, tu esperanza,
¿Qué más piensas perder?
Si lo único que te queda la fuerza de tus pies cansados,
¿Qué piensas regalar?, cuando lo poco que tienes se te va de
las manos,
No puedes dar nada,
Porque te estas quedando en números rojos,
Es lo malo de que seas un pésimo inversionista y apostador,
No tienes estrella,
Solo un pedazo de ella dándole el valor del universo,
No tienes tristeza,
Ya esa se perdió cuando te negaste a sacarla,
Ahora estas vacío,
Y así será,
Hasta que quieras dejar de ser una sanguijuela,
Así será,
Hasta que aprendas a arder de nuevo,
O quemarte en el intento.